Descubre las zonas erógenas masculinas y femeninas

zonas erogenas

En el vocabulario griego, erógeno se traduce como causante del amor. Las zonas corporales erógenas son zonas del cuerpo que, al tocarlas o estimularlas, pueden provocar placer, amor y, en el mejor de los casos, incluso orgasmos.

Solo quienes ya sienten deseo podrán transformar sus zonas erógenas en verdaderos centros de placer. De lo contrario, la estimulación no conducirá a sentimientos inspiradores, sino que se percibirá como incómodo o incluso doloroso.

Además, aunque las zonas erógenas pueden identificarse más o menos claramente, cada cuerpo es diferente. Las diferencias no solo son evidentes de un cuerpo a otro sino que incluso el estado mental y emocional del individuo determinan qué tan placentera es la zona erógena.

De este modo, a través de los masajes se puede encontrar el punto de acceso correcto. El hecho es que toda la superficie del cuerpo humano puede ser erógena si se estimula de una manera lo suficientemente agradable. Sin embargo, algunas zonas han demostrado ser particularmente efectivas en la práctica y permiten hacer que el juego sensual sea aún más emocionante.

cuello

Partes a las que masajear puede llevarte a un estado zen

  1. Cerebro

    Lo que suena un poco extraño al principio es muy fácil de explicar. Recordemos: sólo aquellos que estén de humor encontrarán en sus zonas erógenas una fuente de placer.

    Como resultado, el cerebro puede describirse como la zona erógena número uno: solo cuando hay deseo y solo cuando el cerebro transmite las hormonas apropiadas, todas las demás zonas erógenas se activan. De lo contrario, reina el disgusto.

  2. Cuello

    La piel del cuello es muy fina y, por tanto, especialmente sensible. Tiernos besos y caricias en esta parte del cuerpo envían finalmente señales de placer al abdomen. Acariciar esta zona erógena se puede utilizar como preliminares.

  3. Boca

    ¿Alguna vez has tenido piernas temblorosas al besar? Además de muchos otros factores, esto también está relacionado con el hecho de que tus labios son la zona erógena por excelencia.

  4. Orejas

    Las orejas pertenecen a las zonas más erógenas del cuerpo. Porque aquí también hay numerosas terminaciones nerviosas. En cualquier caso, acariciar suavemente la forma de C de la oreja con las yemas de los dedos funciona mejor que mordisquear.

  5. Pechos

    Todo seno invita a ser tocado, acariciado, masajeado y besado con cuidado. Incluso hay que tener especial cuidado aquí, porque casi ninguna zona es tan caprichosa como el pecho femenino: un día puede ser un punto caliente de placer y orgasmo y al siguiente es tan sensible que tocarlo duele.

  6. Interior de brazos y axilas

    La fina piel del interior de los brazos y especialmente de las axilas produce chispas cuando se masajea esa zona.

  7. Manos

    La mano puede y debe incluirse en el juego del amor. Chuparse los dedos o coger la mano con mucha fuerza no solo permite la cercanía, sino que también aumenta el placer.

  8. Vientre y ombligo

    Las terminaciones nerviosas alrededor del ombligo también se pueden estimular muy bien con movimientos circulares de las yemas de los dedos o con la lengua.

    Un masaje con aceite en la zona baja del abdomen puede hacer maravillas, incluso debería poder estimular el punto G desde el exterior.

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